Es necesario rendir un proporcionado homenaje a aquellas Mujeres Ilustres, que se incorporaron dentro de la lucha de los ejércitos patriotas, para conseguir la tan anhelada emancipación.
Manuela Beltrán Archila: heroína colombiana, nacida en El Socorro, Santander, conocida por ser la primera mujer en tierra colombiana que se atrevió a romper el símbolo de la dominación española en América el 16 de marzo de 1781.
Manuela Cañizares: heroína ecuatoriana, nacida en Quito en agosto de 1770; fue quien obligó a sus patriotas conjurados a decidirse a dar el golpe revolucionario al amanecer del 10 de agosto de 1809.
Las mujeres, no sólo fueron las madres, hijas, hermanas, compañeras, novias o amantes de los hombres que combatían con ese fin, sino que ellas mismas pelearon contra la tiranía y dejaron una hoja de servicios heroico.
Manuela Sanz de Santamaría: dama aristocrática, nacida en Santafé de Bogotá; estableció la Academia Literaria llamada Sociedad de “El Buen Gusto”, donde se estimularon las ideas revolucionarias. Murió en la miseria por amor a la libertad.
Policarpa Salavarrieta: conocida como la “Pola”, nacida en Guaduas, Departamento de Cundinamarca, actuó como espía de las fuerzas independentistas y murió fusilada durante la Reconquista Española, el 14 de noviembre de 1817.
Ya sea empuñando las armas en defensa de la patria esclavizada; en ocasiones suministrando su asistencia a los enfermos en el campo de batalla o curando a los heridos.
Matilde Anaray: pastorcita de 13 años, de Socha, Boyacá: fue la primera en despojarse de su indumentaria, para entregarla al Ejército Libertador.
Juana Velasco de Gallo: fue la que lideró la elaboración de cientos de camisas y pantalones hechos por las damas de Tunja, y entregadas a Bolívar, Santander, Rondón y demás oficiales y soldados, en su entrada triunfal a esa ciudad.
En otras ocasiones las heroínas trabajaron mitigando la sed al soldado cansado, acompañando a los cadáveres hasta su sepultura y entregando su vida en el patíbulo bajo las balas del verdugo.
Simona Amaya: mujer humilde de Paya, Boyacá, quien se vistió de Sargento para comandar un grupo de soldados en la lucha independentista.
Antonia Santos: nacida en Pinchote, Santander en 1782; tuvo una contribución decisiva para los triunfos del Pantano de Vargas y de la Batalla de Boyacá.
Y como se ha enunciado en muchas ocasiones “Sin las mujeres, América nunca hubiera alcanzado su libertad”.
Simona Duque de Alzate: nacida en Marinilla, Antioquia, entregó cinco de sus hijos a la Patria y rechazó una pensión anual para que no faltara esa suma a la República.
Manuela Saénz de Thorne: nacida en Quito, en diciembre de 1797, fue una patriota ecuatoriana y compañera sentimental de Simón Bolívar; reconocida como Heroína de la Independencia de América del Sur.